martes, 10 de marzo de 2015

Justificación de nuestro recurso



Donde viven los monstruos es una obra literaria que mantiene una proporción equilibrada entre sus ilustraciones y el texto. Su contenido no es excesivamente “tierno” y nos fascina el hecho de que las imágenes transmitan más que las palabras, ya que es un elemento que sin duda podemos aprovechar. Esta historia llena de fantasía, tiene a Max como protagonista, un niño de carácter travieso con el que los pequeños lectores podrán sentirse identificados.
Es importante destacar, que la historia muestra una evolución en su protagonista, mostrando un final que se ofrece a múltiples interpretaciones y ampliaciones, pues no es “cerrado” Además, encontramos una frase emblemática que se repite en varias partes del cuento, a modo de una pequeña retahíla, un elemento que consideramos que atraerá y facilitará a los niños su lectura.

Por otro lado, este cuento ha sido adaptado en múltiples formatos y existen numerosas propuestas didácticas que han utilizado este recurso, por lo que no andaremos a ciegas sino que tendremos una base donde tomar referencias para nuestras actividades.

Con este recurso literario pretendemos, principalmente, que los niños/as disfruten del viaje a través de diversos mundos usando como medio de transporte su imaginación. Relacionado con esto resaltaremos la sensibilidad estética un proceso que los niños tendrán la oportunidad de experimentar de forma progresiva  a la hora de apreciar la calidad y disfrutar lo que leen, conociendo, interactuando con los personajes y su entorno, con diversos materiales, incluso con sus iguales, desarrollando así su autonomía e identidad.

Mediante la literatura, la creatividad y la imaginación se pretende desarrollar una comprensión del mundo cada vez más compleja, todo ello apoyado siempre en el trabajo cooperativo y que ayuda a desarrollar el aspecto socializador, pues es necesario que los  niños sean capaces de enfrentar la sociedad en la que viven y para ello, al mismo tiempo, se potenciarán las distintas competencias de forma globalizada, como por ejemplo las habilidades sociales, las motoras, las plásticas, etc.

Por otro lado, la interpretación es un recurso muy utilizado y natural en Educación Infantil, que da pie a que el niño empatice, abandone su egocentrismo y con ello comprender los sentimientos y las emociones de los demás, enfatizando una serie de valores democráticos, tales como la humildad, el respeto, la cooperación, etc.


Para finalizar es importante dejar constancia que este recurso será el centro de un proyecto dirigido al segundo ciclo de infantil (4-5 años) donde cada actividad, aunque diseñada individualmente,  estará interrelacionada con las demás, formando un todo unido y otorgando un sentido al proyecto.

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