Donde
viven los monstruos es una obra literaria que mantiene una proporción
equilibrada entre sus ilustraciones y el texto. Su contenido no es
excesivamente “tierno” y nos fascina el hecho de que las imágenes transmitan
más que las palabras, ya que es un elemento que sin duda podemos aprovechar.
Esta historia llena de fantasía, tiene a Max como protagonista, un niño de
carácter travieso con el que los pequeños lectores podrán sentirse
identificados.
Es
importante destacar, que la historia muestra una evolución en su protagonista,
mostrando un final que se ofrece a múltiples interpretaciones y ampliaciones,
pues no es “cerrado” Además, encontramos una frase emblemática que se repite en
varias partes del cuento, a modo de una pequeña retahíla, un elemento que
consideramos que atraerá y facilitará a los niños su lectura.
Por
otro lado, este cuento ha sido adaptado en múltiples formatos y existen
numerosas propuestas didácticas que han utilizado este recurso, por lo que no
andaremos a ciegas sino que tendremos una base donde tomar referencias para
nuestras actividades.
Con este recurso
literario pretendemos, principalmente, que los niños/as disfruten del viaje a
través de diversos mundos usando como medio de transporte su imaginación. Relacionado
con esto resaltaremos la sensibilidad estética un proceso que los niños tendrán la oportunidad de experimentar de forma progresiva a la hora
de apreciar la calidad y disfrutar lo que leen, conociendo, interactuando con
los personajes y su entorno, con diversos materiales, incluso con sus iguales,
desarrollando así su autonomía e identidad.
Mediante la literatura,
la creatividad y la imaginación se pretende desarrollar una comprensión del
mundo cada vez más compleja, todo ello apoyado siempre en el trabajo
cooperativo y que ayuda a desarrollar el aspecto socializador, pues es
necesario que los niños sean capaces de
enfrentar la sociedad en la que viven y para ello, al mismo tiempo, se
potenciarán las distintas competencias de forma globalizada, como por ejemplo
las habilidades sociales, las motoras, las plásticas, etc.
Por otro lado, la
interpretación es un recurso muy utilizado y natural en Educación Infantil, que
da pie a que el niño empatice, abandone su egocentrismo y con ello comprender
los sentimientos y las emociones de los demás, enfatizando una serie de valores
democráticos, tales como la humildad, el respeto, la cooperación, etc.
Para
finalizar es importante dejar constancia que este recurso será el centro de un
proyecto dirigido al segundo ciclo de infantil (4-5 años) donde cada actividad,
aunque diseñada individualmente, estará
interrelacionada con las demás, formando un todo unido y otorgando un sentido
al proyecto.
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